Este fin de semana hizo mucho pero mucho frío, así que me la pasé jugando con mis papis en el depto. La única salida fue a almozar el sábado a la casa de los abuelitos Irene y Jonny, que invitaron a sus amigos con hijos y nietos, para que nos conociéramos. Y para alimentar a esta tropa metieron al horno de barro una pata de chancho que se demoró todo el día en cocinarse. Aquí van algunas fotos.